Deja salida a tres orificios (uretra, vagina y recto), actúa
como su esfínter y asegura que ni la orina, ni los gases, ni las heces, salgan al exterior de forma involuntaria.
Está implicado en funciones y en momentos tan importantes en
la vida de una mujer como es su sexualidad , el embarazo y el parto. Su buen
funcionamiento asegura que la mujer pueda vivir con naturalidad en sociedad y con ella misma.
Es muy importante para la mujer, conocer su suelo pélvico, saber los factores
de riesgo que lo debilitan y tonificarlo junto con la musculatura abdominal
para actuar de forma preventiva y/o terapéutica
ante sus tan indeseadas disfunciones.
El embarazo, el parto, los deportes de impacto e hiperpresivos, la
menopausia, cirugías, estreñimiento, alimentación, factores genéticos y malos hábitos posturales y deportivos son algunos de los factores que hacen que esta zona se vaya debilitando.
Todas las mujeres deberían hacer un trabajo específico de
suelo pélvico y de abdomen, pero de una forma más insistente todas aquellas que
practiquen deporte, las que hayan sido madres, las que estén en la menopausia o
las que reúnan cualquiera de los
factores de riesgo.
Las alteraciones del
suelo pélvico y región abdominal da lugar a distintas disfunciones como son:
- Incontinencias de orina, gases y/o heces
- Urgencia miccional y fecal.
- Prolapsos ( descenso de uretra-vejiga, útero, recto)
- Falta de sensibilidad genital, anorgasmia y falta de libido.
- Dolor pélvico y lumbar.
- Vientre hinchado, gases y estreñimiento.
- Dilatación y aire vaginal.
- Dolor en relaciones sexuales y vaginismo.
Una disfunción de esta zona no es simplemente un problema
físico para la mujer, también afecta de una forma psíquica y social. Por
ejemplo, una incontinencia urinaria de esfuerzo (hay escape de orina ante una
tos, estornudo, gesto deportivo..) limita su vida social, sexual y deportiva y es causa de un gran stress e
impacto emocional.
A menudo vamos al gimnasio, a la peluquería, a centros de
estética...nos gusta sentirnos bien con nuestro cuerpo por razones estéticas y
de salud, pero ¿qué hacemos por nuestro suelo pélvico? ¿ No son sus patologías
importantes como para dedicarle nuestro tiempo? ¿Se nos ocurriría salir a correr
con un sujetador dado de sí? entonces ¿ Por qué lo hacemos con un abdomen y un
periné no tonificado?
Nerea Roldán Galdós
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