Interesante artículo escrito por la naturópata Silvia Candamil Neira, con mi colaboración, para la revista Verdemente.
Embarazo, maternidad y bebés: cuidados sanos y soluciones naturales
Un momento mágico en la vida de una mujer es estar embarazada y tener tu bebé. Nuestra atención se concentra en darle el mejor comienzo: leemos todo lo que recomiendan para saber más sobre el proceso que está pasando nuestro cuerpo, nos alimentamos mejor para darle más nutrientes al ser que llevamos dentro, intentamos relajarnos más y dejamos (o reducimos) malos hábitos: alcohol, tabaco, sedentarismo,..
En nuestro país tenemos magníficos ginecólogos y pediatras que nos asesoran para asegurarnos que hacemos lo correcto. Lo que puede resultar más difícil es decidir qué hacer cuando no todo sale tan perfecto como en los libros. ¿Qué pasa cuando, embarazadas, cogemos un resfriado, nos duele la espalda, no podemos dormir, tenemos estreñimiento, dolor de cabeza o nos sentimos vulnerables? ¿Qué hacemos cuando nuestro bebé llora desconsoladamente, no duerme o tiene cólicos? ¿O incluso tras dar a luz, cuando tenemos incontinencia y la zona pélvica está flácida?. Entonces aquí se complican las cosas; nos sentimos más solas pues a menudo no sabemos a quién preguntar y cuando preguntamos, no siempre nos dan soluciones, y pensamos que tenemos que aguantarnos con lo que nos pasa, y que ya se pasará…
Pero lo cierto es que hay alternativas, métodos y técnicas naturales que pueden ayudar a mejorar o resolver estos problemas.
Durante el embarazo
Aquí tenéis algunas recomendaciones aptas y saludables:
- Resfriado o infección: Si embarazada coges una infección significa que tus defensas no están suficientemente altas para que ese virus o bacteria a la que has estado expuesta no te afecte. Es primordialayudar a tu sistema inmunológico y reforzarlo. Elimina todo azúcar añadido porque baja las defensas: fuera bollería, dulces o chocolate. Reduce o elimina productos lácteos pues crean mucosidad, además de dificultar la absorción de nutrientes en el intestino. No comas fritos, carnes grasientas (cerdo, ternera o cordero) para reducir toxinas. Incluye en cada comida verduras de todos los colores. Come más pescado azul a la plancha (por su omega 3 con propiedades anti-inflamatorias). Toma al menos una cucharada de pipas de calabaza al día (tienen zinc, vitamina E y fibra) e incrementa la cantidad fruta (especialmente arándanos negros frescos, considerados “súper-alimentos”, y uvas negras). Sustituye harinas refinadas y cereales blancos por integrales: arroz, trigo o espelta integral, avena, etc. ya que en el proceso de refinado pierden la mayoría de vitaminas y minerales. Conviene tomar una perla de ajo sin olor al día (entre 500 y 1000 mgr/día) para combatir la infección (es antimicrobiano y antibacteriano) junto con Sambucos Nigra (extracto de baya del sauco negro) para reforzar tus defensas.
- Estreñimiento: es fundamental beber agua, entre 1 ½ y 2 litros al día, y hacer ejercicio diario para ayudar con los movimientos peristálticos que hacen que los intestinos se muevan y eliminen bien los deshechos. Come diariamente fruta, verduras y alubias como el azuki, que tiene mucha fibra, minerales, oligoelementos y estimula la producción de leche materna. Un súper desayuno lleno de fibra y nutrientes consiste en copos de avena con leche de arroz, almendra o avena, semillas de sésamo, pipas de calabaza naturales y fruta.
- Dolor de cabeza y espalda: a medida que el cuerpo se adapta al crecimiento del bebe, la columna vertebral y los órganos se van moldeando para dejar espacio. Ésto puede crear dolores/molestias estructurales por tensión en espalda y cabeza, además de pesadez en las piernas, por nombrar algunos. Lo mejor es realizar un ejercicio moderado y suaves estiramientos. Dependiendo del ciclo del embarazo y de lo acostumbrada que estabas a hacer ejercicio antes, podrás realizar más o menos. Aun así, si no tienes ninguna complicación, el yoga prenatal para estirar mientras fortaleces los músculos, más una caminata diaria, deberían ayudarte. La terapia craneosacral puede reducir o eliminar estas molestias si no puedes hacer ejercicio e independientemente del ciclo del embarazo. Después del primer ciclo, los masajes y la reflexología podal tienen magníficos resultados y aportan relajación. También puedes acudir a un fisioterapeuta especializado que te ayude a mantener tu pelvis y tu columna en buen estado, sin dolor, para que prepare tu suelo pélvico para el parto y te haga una tabla de ejercicios específica para el embarazo.
- No podemos dormir y nos sentimos más sensibles: un estudio del National Sleep Foundation reflejó que el 78% de embarazadas tienen algún problema para dormir. Pueden ser por las hormonas, las ansiedades(miedo al parto, cómo afecta a la relación con tu pareja, etc) o incluso posturales. Para dormir, acostarse sobre el lado izquierdo ayuda a la circulación; además, se deben poner el número apropiado de almohadas entre las rodillas y si es necesario debajo del vientre (entre la barriga y la cama) para reducir la incomodidad. Para la ansiedad y miedos es bueno hacer meditación y yoga pues ayudan a relajarnos. También podemos recibir terapia craneosacral para contribuir a equilibrarnos (incluyendo las hormonas), a la vez que nos hará sentir más seguras al enfrentarnos a nuestros temores.
Después del embarazo
Cuando tenemos a nuestro bebé, el mundo se olvida de aconsejarnos sobre qué hacer para recuperar nuestra zona pélvica y los problemas que ésto puede originar si no le prestamos atención: que la orina se escape, que nuestra barriga se quede flácida, que no sintamos los orgasmos,…
Nerea Roldán, fisioterapeuta experta en el suelo pélvico y obstetricia, nos recomienda “ejercicios específicos para el suelo pélvico y el abdomen para recuperar cuanto antes el tono muscular y prevenir las consecuencias de su debilidad. Es muy importante una completa y buena recuperación postparto para que la mujer se sienta a gusto con su cuerpo, su sexualidad y su imagen. Para todo esto es fundamental:
- practicar gimnasia abdominal hipopresiva, acompañada de una correcta actitud postural al dar el pecho, coger al bebé u otros pesos, toser, estornudar,…
- masajes en el periné o en la cicatriz de la cesárea para evitar adherencias y devolver la elasticidad a los tejidos
- es imperativo no hacer nada que aumente la presión abdominal (puede acarrear consecuencias negativas para el suelo pélvico) como son el uso de faja abdominal y practicar ciertos deportes y ejercicios como los clásicos abdominales”
Para tu bebé
Si das el pecho y tu bebé tiene cólicos, vigila tu alimentación para que no contenga nada que le pueda irritar o producir gases. Además, toma infusiones de jengibre, camomila e hinojo 4 veces al día para aliviar los síntomas.
Los cólicos, llantos e irritabilidad pueden ser causados por desajustes del organismo que se hayan producido en el nacimiento o después, como una presión del nervio vago. La mejor forma para quitar el trauma del post-parto, desbloquear y alinear desajustes, devolver el equilibrio, es que tu bebe reciba terapia craneosacral. No es invasiva pero sí súper efectiva y la deberían recibir el bebé y la mamá nada más producirse el alumbramiento; ahorraría muchos futuros problemas físicos y emocionales.
La homeopatía es también el complemento perfecto para mamá y bebé, al no tener contraindicaciones, e independientemente de cuál sea el problema.